En estos días en los que el asesinato del joven Carlos Palomino, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo y han supuesto 26 años de condena al neonazi agresor, la Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado diez años de prisión para los cinco militares del cuartel “El Goloso” de Colmenar Viejo por la paliza que le dieron a un ciudadano marroquí y a su novia el 27 de septiembre de 2007. Con la consideración de asesinato en grado de tentativa y un delito de lesiones, la justicia ha castigado a los agresores, que actuaron por venganza y buscaron a las víctimas en un descampado de Navalcarnero.
La sentencia relata que el 15 de septiembre de 2007, Francisco Q.S. presentó una denuncia en el cuartel de Navalcarnero por los daños sufridos en su vehículo, cuyo autor había sido el marroquí Mourad Mortabit. A partir de entonces, los militares se enteraron de que esta persona solía acudir con su novia a una zona deshabitada, conocida como Camino de Fuente Pilas, en el municipio. Provistos de barras de acero y puños americanos, la tarde del 27 de septiembre de 2007 se dirigieron allí, los esperaron, los sacaron del vehículo y los golpearon indiscriminadamente. Ahora, los militares de “El Goloso” de Colmenar Viejo afrontan una pena de 10 años de cárcel.
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