El embrollo jurídico continúa. En 2008 el Supremo, ante una demanda interpuesta por 5 vecinos, consideró que el sobrevuelo de los aviones de Barajas lesionaba derechos fundamentales de quienes viven en Santo Domingo y ordenaba que cesara el problema. En 2009 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid determinó reducir con carácter inmediato los sobrevuelos a la mitad. Una instancia ante la que se personaron otros casi 1.300 vecinos para sumarse a la petición de que se ejecutase de una vez la histórica sentencia de 2008. Tras los recursos de casación presentados por Fomento y AENA contra su admisión en la ejecución de dicha sentencia, estos 1.265 vecinos se han personado ahora ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Lo cierto es que la huella sonora que padecen los vecinos que viven allí no ha cesado nunca. En 2010 han tenido 2.553 sobrevuelos al mes, cuando en 2002 eran 1.881. Estrés, insomnio, contaminación acústica. Dicen que nada ha cambiado, pero piensan seguir luchando hasta el final.
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