El primero de estos incidentes violentos tuvo lugar la madrugada del 15 de marzo en San Agustín de Guadalix. Un marroquí de 24 años y un colombiano de 35 años, ambos con antecedentes penales, murieron acribillados, según los vecinos por un asunto de drogas. La Guardia Civil esclareció este doble asesinato con la detención de cuatro personas.
Meses después, la madrugada del 26 de agosto, un ciudadano rumano falleció en La Cabrera tras una paliza propinada por dos personas, que posteriormente fueron detenidas junto a cuatro más por encubrimiento. En total, fueron arrestados cuatro españoles y un portugués, de edades comprendidas los 22 y los 33 años, con los que la víctima había discutido previamente. Algunas asociaciones aseguraron que el móvil de este crimen fue xenófobo, aunque los vecinos señalaron que tanto la víctima como su familia no tenían enemigos.
El último homicidio tuvo lugar el 4 de octubre en Talamanca del Jarama. Un joven degolló en su vivienda a su madre, de nacionalidad cubana. Después, salió a la calle e intentó acabar con la vida de otra mujer con la que se cruzó y amenazó de muerte a una tercera persona. El joven de 20 años es cubano con nacionalidad española e ingresó en la prisión de Alcalá Meco.
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