Se ha cumplido el plazo de 24 meses de una de las obras más importantes en las infraestructuras de comunicación de Alcobendas de los últimos años. La solución para esta intersección no era fácil puesto se trataba de una glorieta con cinco ramales de acceso de elevada intensidad circulatoria, el paso encauzado del arroyo de La Vega por debajo de esta y la proximidad de otra glorieta de la antigua N-1, situada a nivel superior.
La apertura del ramal de acceso directo a la A-1 completa la puesta en funcionamiento de ramales de conexión directa desde esta carretera nacional con la Avenida Olímpica, el giro directo desde la Avenida de la Industria a la carretera de Fuencarral y el giro directo desde la carretera de Fuencarral hacia la A-1.
Además una acera comunica el margen de la antigua N-I, donde se encuentran la gasolinera y concesionarios de vehículos, con la Avenida Olímpica. A través de escaleras, se comunica esta nueva acera con la calle Cantabria, y se ha dado continuidad al carril bici de esta calle, que ahora queda unido con el que discurre por Arroyo de la Vega. Las obras se han realizado ajustadas al presupuesto presentado en concurso por la empresa adjudicataria Sacyr.
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