La ordenanza anterior había quedado, al parecer, obsoleta, y era necesario realizar una adaptación a la normativa vigente a día de hoy. En concreto, contempla nuevos procedimientos para llevar a cabo las mediciones de niveles sonoros. Además, incorpora nuevo conceptos para la evaluación y gestión del ruido ambiental y sobre zonificación acústica y objetivos de calidad, así como planes zonales de acción donde aplicar medidas para la lucha contra el ruido del tráfico y el ocio nocturno. La ordenanza introduce nuevas formas de contaminación, como es el caso de la contaminación térmica.
Además, también se ha aprobado la ordenanza reguladora del funcionamiento de los colegios públicos en horario extraescolar para facilitar la conciliación.
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