La Campana de la Paz no ha sonado. Ha sido un minuto de silencio absoluto, de recogimiento, de solidaridad con un pueblo que nos ha sobrecogido por su entereza para levantarse y afrontar el día a día tras una catástrofe que ha dejado, de momento, más de 11.000 muertos y 16.000 desaparecidos. Víctimas a las que hay que sumar las más de 35.000 personas desplazadas por el riesgo de radiactividad.
Por todo ello, el alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa, ha manifestado el sentimiento unánime de solidaridad del municipio con el pueblo japonés, así como la ayuda económica de apoyo a través de Cruz Roja que se ha aprobado.
Una acción que, personalmente, ha agradecido el embajador de Japón en España, Fumiaki Takahashi, emocionado por las numerosas muestras que su pueblo está recibiendo de todo el mundo. Acto que ha finalizado con la suelta de grullas de papel sobre el agua de la Pagoda, como símbolo japonés de la suerte y la esperanza.
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