Las piezas se presentan por hábitats naturales mediante un juego de adivinanzas, lo que convierte la exposición en una actividad muy didáctica para el público infantil y, a la vez, sorprendente para los adultos. Entre los protagonistas hay una rana desencantada o el caballito de mar que quería ser papá. La obra de Rocío Morcillo se inscribe en la corriente artística del Land Art. Presenta una serie de piezas de madera que simulan animales que destacan por su originalidad y el respeto por la materia prima. La imaginación de esta artista ha sabido transformar piezas de madera, recogidas en la Dehesa Boyal, en una serie de animales que tienen muchas cosas que contar.
Esta exposición permanecerá abierta de lunes a viernes, en horario matinal, en el Aula de Naturaleza Dehesa Boyal hasta el 18 de diciembre.
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