Siete de cada diez españoles tienen tarjetas de crédito, lo que les convierte en víctimas potenciales de este delito que, en los últimos días, la Guardia Civil ha detectado en diversos puntos de la región. Un método que se conoce como “el cepo”, mediante el cual los ladrones pegan cinta adhesiva a una placa, para después superponerla en la zona expendedora del dinero. Así, cuando la víctima realiza la extracción, el dinero se queda pegado en la placa que después retirarán los cacos, al marcharse el usuario del cajero.
En estos casos lo aconsejable es no marcharse de la zona, comunicar la incidencia a la entidad bancaria y llamar a la policía, como explica Mercedes Martín, portavoz de la Guardia Civil.
Asimismo, los agentes recuerdan algunos consejos relacionados con el uso de las tarjetas de crédito como memorizar el PIN y no llevarlo junto a la tarjeta ni facilitárselo a nadie; comprobar que nadie nos está observando al teclearlo; no aceptar la ayuda de personas ajenas a la entidad bancaria; o llevar a mano los teléfonos a los que llamar en caso de extravío o robo.
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