Hace años era impensable que una mujer accediera a profesiones como las de impartir justicia, recetar medicinas o regir los destinos de una ciudad. Afortunadamente, nadie se extraña hoy de ir a la médica, declarar ante una jueza o elegir a su alcaldesa. Pero ¿están bien formadas estas construcciones?
Como cada semana intentamos que Alberto Bustos, profesor de la Universidad de Extremadura y que mantiene el Blog de Lengua (http://blog.lengua-e.com/), arroje algo de luz a esta cuestión, y nos explique las dos soluciones posibles para formar el femenino, es decir, añadir el sufijo –a o anteponer el artículo femenino.
Pero también charlamos de las soluciones más “espinosas”, y ponemos sobre la mesa discusiones sobre si se debe decir “jueza” (cuando nadie dice “la nueza”) o sobre si debe prevalecer la tradición frente a una nueva palabra.
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