Una de las consecuencias de la crisis económica y de este periodo de austeridad ha sido el recorte brutal de las ayudas públicas a la cooperación internacional. El trabajo de los cooperantes en los países del sur se ha mantenido con muchas dificultades y su subsistencia ha sido posible gracias a los padrinos, ciudadanos anónimos que día a día colaboran en silencio por un mundo mas justo. En SER Activista, la acción directa en la lucha por los cambios sociales de Cristina Saavedra, responsable de proyectos de Global Humanitaria en Costa de Marfil.
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