Actuaban en localidades como Las Rozas, Becerril, Torrelodones o Villalba. A pesar de ser muy jóvenes, estaban perfectamente organizados. Cuidaban de su seguridad hasta el extremo, estudiaban minuciosamente a sus víctimas, actuaban de noche y usaban una gran violencia como modus operandi. Casi siempre atracaban lugares con gente dentro. Entre los objetos incautados: ordenadores, televisiones, relojes, joyas o consolas. Cosas fáciles de vender en el mercado negro.
Del 4 de diciembre, cuando atracaron por primera vez un bar en Las Rozas, al 4 de marzo cometieron 20 atracos y aún se investiga su participación en 10 más. La Guardia Civil apresuró la operación Coleta 2 ya que las acciones del grupo iban a más y eran cada vez más violentas.
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