Siempre hacían lo mismo. Esperaban a que el coche de su víctima, mujer de unos 55 años, estuviera parado en un semáforo. Después, la sorprendían abriendo la puerta o rompiendo los cristales. Pero no sólo sustraían todas sus pertenencias y robaban el vehículo. Les propinaban tales palizas gratuitas que la mayoría ha presentado parte de lesiones. Se calcula que hay más de 30 víctimas y se les imputan 27 delitos de robo con fuerza. 5 personas formaban esta banda, dos de ellos menores. Les gustaba, además, alardear de su fechorías. De hecho, varias televisiones les hicieron hace algunas semanas un reportaje. Habían ocupado ilegalmente las viviendas del IVIMA en Navalcarnero donde vivían.
A sus acciones hay que sumar también robos por el método del tirón o el atraco a una gasolinera.
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