Una hora más de sueño, una hora más de fiesta, una hora más de relax en la madrugada del sábado al domingo: a las 3 de la mañana serán las dos. El horario de verano termina y toca retrasar las manijas del reloj en virtud de la Directiva Europea del “Cambio de hora” para los países de la UE.
La práctica surge en 1974 como consecuencia de la primera crisis del petróleo y se marca como directiva desde 1981, si bien se renueva cada cuatro años con un objetivo: aprovechar mejor la luz solar y que el consumo de electricidad en iluminación sea menor. Además, el nuevo horario beneficia a las comunicaciones, el transporte, la seguridad vial, el turismo, el ocio e incluso la salud. De momento, este fin de semana el domingo a las 3h serán las 2h porque se estrena el horario de invierno.
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