Durante el verano, tanto la Cruz Roja como el Servicio Madrileño de Salud redoblan sus iniciativas para acercar la donación de sangre a los ciudadanos y compensar la disminución de las reservas hospitalarias en las fechas vacacionales de verano. Para ser donante se debe tener entre 18 y 65 años edad, pesar más de 50 kilos y no padecer ni haber padecido ninguna enfermedad transmisible por vía sanguínea. Además, requiere no estar en ayunas en el momento de la extracción, no haber donado sangre en los 2 últimos meses y no haberlo realizado más de 4 veces al año en el caso de los hombres y en más de 3 ocasiones para las mujeres.
En 2009, las donaciones de 183.000 madrileños produjeron más de 193.000 unidades de sangre, 177.000 unidades de plaquetas y 43.000 unidades de plasma.
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