La llegada del otoño y la parada del crecimiento vegetativo es el momento idóneo para realizar los tratamientos técnicos necesarios para mantener la población de encinas de la Comunidad en un estado aceptable de conservación. Hasta el 1 de abril de 2011, se eliminan las ramas superfluas para mejorar la vitalidad del árbol, se suprime la vegetación dominada por la encina para mejorar sus condiciones de crecimiento y se cortan los pies de los rodales que no tienen futuro para conservar perfectamente el entorno regional. Se trata de la campaña de limpieza de encinares en virtud del "Decreto 8/1986, de 23 de enero, sobre regulación de las labores de podas, limpias y aclareos de fincas de propiedad particular pobladas de encinas" de la Comunidad de Madrid.
La normativa, que surge como reacción al deterioro de las encinas existentes, busca cumplir las labores medioambientales con el trabajo de los Agentes Forestales, que desarrollarán funciones de policía, custodia y vigilancia relativa a materia forestal, además de velar por la seguridad en los bosques.
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