Juan Manuel se ha salido de una habitación del hospital de Cantoblanco para atender nuestra llamada radiofónica en directo. Allí acude todas las semanas a visitar a enfermos crónicos, mayores o personas que se sienten solas a pesar de la atención médica, con el fin de hacerlas sonreir y sentirse acompañadas. Labor que compagina como voluntario también en Cruz Roja Tres Cantos, donde participa en el área de Cooperación Internacional y ofrece charlas sobre Derechos Humanos en los institutos, explicando a los adolescentes la situación de los refugiados, por ejemplo.
Una vocación que descubrió hace cinco años, cuando se jubiló y descubrió que no tenía aficiones. Sin embargo, como voluntario ha descubierto que recibe mucho más de lo que da y eso le hace feliz.
Soraya Fernández, no ha dudado en salir de su clase en la universidad para compartir con nosotros su experiencia como voluntaria dentro de Deportes Ícaro a través de la Asociación Envera de Colmenar Viejo. En su caso, desde hace 8 años, hace un acompañamiento deportivo a personas con discapacidad psíquica para que los les falte de nada en sus actividades, viajes, competiciones, etc. Un tiempo que se multiplica cuando lo comparte con ellas y le hace crecer como persona, como ha confesado en SER Madrid Norte.
Una dedicación que acaba de ser reconocida públicamente por el ayuntamiento colmenareño, junto a otros diez voluntarios. Aunque como señala Soraya, “uno no se mete en esto para que le den un premio, sino que la recompensa está en compartir el tiempo con quienes lo necesitan”. De lo que se deduce que ser voluntario es una forma de felicidad.
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