Tras el éxito de crítica y público cosechado este verano en el escenario del Teatro de Mérida, llega al Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes este montaje que revisa la erótica del poder y el poder de la erótica a través de la relación entre sus protagonistas: la egipcia Cleopatra y el emperador romano Julio César. Todo un reto interpretativo tan duro como fascinante como ha asegurado en SER Madrid Norte, una de sus actrices, Lucía Jiménez.
Lucía Jiménez encarna la Cleopatra joven, mientras que Ángela Molina lo hace desde la madurez. Un dúo que comparten Marcial Álvarez y Emilio Gutiérrez Caba, respectivamente.
En el limbo de la eternidad Cesar y Cleopatra, se reencuentran en 2015. Dos amantes, dos cómplices, dos aliados, dos formas de ejercer el poder, como hombre y como mujer, que se enfrentan o se suman. Desde su perspectiva de hoy recuerdan, ironizan y debaten sobre lo que vivieron y lo que han visto suceder en el mundo desde aquel lejano día de su muerte.
Dos Cesares, el eterno y el real, y dos Cleopatras, la eterna y la real, se entregan a un apasionante juego, a un combate a cuatro, donde lo que fue, lo que pudo ser y no fue, lo que hubieran hecho de volver a vivir y lo que de ninguna manera quisieran repetir genera un conflicto lleno de humor y emoción.
Una propuesta bella y salvaje, divertida y dramática, donde la música, la danza y la luz sirven de armas y de artes a cuatro grandes actores que van a hacer gozar y pensar al espectador con el más puro teatro.
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