Cigarrillos de cafeína, una tendencia en auge
Después de la fiebre frustrada de los cigarrillos electrónicos, llegan los cigarrillos para ‘’inhalar energía’’. En este caso, al que The New York Times dedica un extenso artículo, no se consume tabaco. En su lugar, una mezcla de sustancias naturales estimulantes (guaraná, taurina y ginseng) para activar el cuerpo. Lo definen como el sustituto de la habitual taza de café para aquellos que no tienen tiempo. Información de Anabel Sánchez.
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- 21/08/2015 a las 14:33
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Cigarrillos de cafeína, una tendencia en auge
El producto en cuestión está siendo popularizado por empresas estadounidenses (Eagle Energy Vapor) y británicas (Caffeine Vape Stix). Para hacerse una idea de su precio, la primera compañía citada vende estos cigarrillos por unos 9 dólares (lo que viene a ser, aproximadamente, 8 euros) por un total de 500 inhalaciones. En cada aspiración, el comprador estaría consumiendo apenas 2 miligramos de cafeína. Por tanto, de 10 a 20 inhalaciones serían las estimadas para cada toma.
Una apuesta que pisa fuerte en un mercado emergente en Estados Unidos. Como hace apenas un mes advertía la revista TIME, el negocio de las bebidas energéticas tiene previsto un crecimiento superior al 11% para 2019. Todo ello, debido al intenso modo de vida que llevan los norteamericanos, que les incita a consumir más cafeína, reducir las horas de sueño y hacer menos paradas en el trabajo.
Sin embargo, los expertos no se ponen de acuerdo acerca de las contraindicaciones que pueda tener este método de tomar cafeína. Aunque la dosis sea la misma, nuestro cuerpo no la absorbe de la misma manera. Además, los tiempos que permanece la sustancia en el organismo no son idénticos.
Este nuevo producto surge en un mercado que está sufriendo investigaciones por parte de FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de EEUU). Esta agencia gubernamental, responsable de la seguridad de los alimentos en el país, inició en 2013 una investigación al respecto. Trataba de estudiar las consecuencias de la creciente introducción de la cafeína en distintos productos alimentarios (como era el caso de los chicles). Los resultados aún no se conocen.
Asimismo, otra preocupación es que su atractivo sabor (similar al de un caramelo) capte la atención de los sectores más jóvenes de la sociedad, sobre todo, de los adolescentes. Se trata de una cuestión que inquieta por la necesidad de horas de sueño de este colectivo. Un consumo continuado podría provocar problemas relacionados con el insomnio.
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