Hace un año se aprobamos reducir un 0,5 por ciento el tipo impositivo de este impuesto, no sólo para rebajar la presión fiscal de los vecinos sino también para incentivar la actividad económica para ayudar a la creación de empleo en la localidad. Ahora, se da un paso más al reducir los precios de los módulos sobre los que se aplica ese tipo impositivo y, a la vez, se cambia la forma de gestionar este tributo para impedir posibles fraudes.
Hasta ahora, los vecinos que requerían una licencia de obra debían presentar, entre otros documentos, una solicitud y el resguardo de haber abonado una liquidación provisional de la obra, ésta última calculada por ellos mismos tomando como referencia la tabla de módulos mínimos de coste de edificación que recogía la ordenanza. Posteriormente, los servicios técnicos concedían, si así procedía, la licencia. A partir de ahora, sin embargo, no tendrán que adjuntar esa liquidación provisional a la solicitud de licencia porque, una vez presentada ésta, serán los propios servicios urbanísticos del Ayuntamiento los que calculen la cuantía y la licencia sólo se concederá previo pago de esa cuantía.
Para determinar cuánto debe pagar el vecino, los técnicos municipales utilizarán una nueva tabla de módulos mínimos, en este caso, la de costes de referencia de edificación de la Comunidad de Madrid. Esta tabla establece unos precios de módulo un 12,5 por ciento más bajos, como mínimo, que los anteriores. En definitiva, se mejorará notablemente la gestión de este tributo y se logrará un ahorro para todos aquellos vecinos o empresas que quieran hacer obras o construir en la localidad.
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