Este premio es un reconocimiento público al esfuerzo y trabajo continuado desde hace años de los responsables del centro y los alumnos para sacar adelante este proyecto, cuyo objetivo es gestionar de la forma más sostenible posible el centro. La entrega de este galardón ha emanado del Consejo Municipal de Medio Ambiente que ha valorado no sólo la puesta en marcha ya en 2009 de “La Ecoescuela del Instituto” sino también las múltiples y comprometidas actividades y acciones llevadas a cabo por los estudiantes.
A lo largo de sus seis años de vida en la Ecoescuela se recogen tapones de botellas para enviarlas a una ONG con fines solidarios, con el aceite usado en el comedor se fabrican mensualmente jabones y cada aula cuenta con contenedores de diferentes residuos que gestionan los propios alumnos de la clase. Además, también se han instalado dosificadores de agua en los grifos y botellas en las cisternas para rebajar el consumo de agua, como destaca Juan Compañ, técnico municipal.
Asimismo, el centro ha creado un parking para bicicletas, un huerto escolar y ha diseñado un programa de futuro para el ahorro de energía eléctrica y de climatización y para la reducción del ruido.
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