Al parecer, el ex jefe de Policía Local de El Molar y dos guardias civiles permitieron supuestamente la venta de estupefacientes a pequeña escala. El dispositivo judicial arrancó en julio de 2008 después de detectar la desaparición de cuatro kilos de cocaína que formaban parte de un alijo requisado en una redada. Tras conocer los hechos, la Dirección General de la Guardia Civil acordó abrir expedientes a los dos agentes de la Guardia Civil por falta muy grave. La Fiscalía de Madrid solicita para el ex jefe de la Policía local dos años de inhabilitación especial para el empleo de cargo público por un delito continuado de omisión del deber de perseguir delitos. Los guardias civiles afrontan cinco años de cárcel por cohecho y dos de inhabilitación.
En el relato de los hechos, el fiscal explica que el entonces responsable de la Policía tenía conocimiento de que los guardias civiles se dedicaban al tráfico de drogas, faltando a las obligaciones inherentes de su función. Destaca que los guardias civiles se valieron de su condición para costearse el consumo de drogas y se concertaron con distintos traficantes de la zona a quienes manipularon en su propio provecho.
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