A simple vista, el coche eléctrico supone menos petróleo, menos CO2, menos contaminación en las ciudades y menos ruido. Sin embargo, la revolución del sector no parece tan fácil como hace unos años, ya que hasta el mes de agosto de este año se han matriculado sólo 213 coches y 344 motos “enchufables”, un dato que no alcanza el 5% de la previsión del Gobierno. Si en abril de 2010 Zapatero presentaba el gran plan de 600 millones de euros para impulsar este avance automovilístico, la apuesta no ha dado los frutos esperados y las expectativas tecnológicas han bajado irremediablemente. La escasez de infraestructuras para recargar los vehículos eléctricos, cuya autonomía es de menos de 150 kilómetros, unido a los precios elevados de las baterías no es un aliciente para el futuro. Tampoco el coste, en torno a los 30.000 euros. Asimismo, la crisis está haciendo mella entre los compradores y en las administraciones a la hora de invertir puntos de carga. En la Cadena SER hemos querido hablar al respecto con los expertos de Mitsubishi.
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