El puente de Alcántara es un caso excepcional: dos mil años de edad y sigue ganando concursos de belleza como si conociese el secreto de la eterna juventud. Un viaje para conocer in situ esta espectacular obra romana es un viaje para acompañar también el discurrir del río Tajo en su camino hacia tierras de Portugal. Un río Tajo que viene a despedirse de su andadura extremeña brindando a quien le siga un largo reguero de rincones de postal. De ellos, el más memorable puede que sea el puente de Alcántara pasándole por encima en seis airosas zancadas.
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