En el marco de la Operación Murano, se acusa a los 9 detenidos de medio centenar de asaltos a viviendas en los últimos meses, en los que sustrajeron gran cantidad de joyas, dinero y pequeños electrodomésticos.
La mayor parte de los robos, realizados a finales de 2008, se habían producido al atardecer y las víctimas habitaban, generalmente, en viviendas unifamiliares o en pisos ubicados en plantas baja.
Los efectos sustraídos eran vendidos en la zona centro de Madrid, generalmente en casas de empeño. A este grupo se le imputan hechos delictivos en Rivas, Getafe, Las Rozas, Majadahonda, Leganés, Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada y Madrid.
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