La causa probable, como ya adelantó el ayuntamiento en el primer comunicado tras el incidente, ha sido un brote de botulismo aviar, por la ingesta de los patos de la toxina Clotridium Botulinum cuya presencia suele coincidir con los meses estivales, ya que es en este momento cuando se dan las condiciones de temperatura o estado del agua que permiten su desarrollo.
Los técnicos de la clínica veterinaria de Villaviciosa de Odón, encargada del análisis, han trasladado las medidas profilácticas recomendadas que ya han sido puestas en marcha por el consistorio. Los técnicos municipales extremarán la vigilancia de la zona y una vez más se solicita la colaboración ciudadana para en caso de encontrar otra ave muerta o con signos de enfermedad avise inmediatamente a la Policía Local (092) y el 010 para que los servicios municipales procedan a la retirada.
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