Las investigaciones comenzaron en junio cuando se cometieron varios robos con fuerza en domicilios de Tres Cantos con la misma forma de actuar. Las pesquisas han sido arduas y llevaron a la conclusión de que este tipo de delitos estaban siendo realizados por dos organizaciones criminales rusa y georgiana especializadas en este ámbito. Ambas usaban una técnica conocida como bumping, consistente en la apertura de los cilindros de la cerradura con el golpeo de una llave tipo bump.
Su modo de proceder era muy concreto. Colocaban unos marcadores poco visibles en las puertas de las viviendas que habían seleccionado. Si tras varios días estos estaban en el mismo sitio, significaba que la casa estaba vacía ya que nadie había abierto la puerta en ese tiempo. Tras ello, entraban rápidamente por la fuerza y se hacían con aquello que pudieran colocar fácilmente en el mercado negro.
Hasta el momento se les imputan 50 delitos de este tipo a los 28 detenidos. Al margen de las células activas, se ha detenido a otras en proceso de formación con miembros que estaban recién llegados de distintas partes de Europa.
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