A pesar de que parezca evidente, todavía hay que recordar a toda la sociedad que en una agresión sexual sólo hay un culpable, el agresor, según reconoce Tina Alarcón, del Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales. Ella aboga por acabar con ideas falsas sobre este tema, como pensar que nunca se volverá a llevar una vida normal o con relaciones sexuales consentidas. También hay que repudiar la idea de “iba provocando y el agresor no pudo controlarse”, que a veces, hasta se han reflejado en sentencias judiciales, según subraya Alarcón.
En estos casos, es grave el daño físico, pero sobre todo, lo es el psicológico. La mayoría de las víctimas necesitan ayuda para reconocer lo que les ha pasado, otras para desterrar la idea de culpabilidad y las más para seguir adelante con su vida, según reconoce Belén Cano del Gabinete Psicológico Equivalentes de Valdemoro.
La mayoría de las violaciones no son perpetradas por un desconocido, en muchos casos, son personas cercanas: novios, parejas en proceso de separación o ligues de discoteca, entre los más jóvenes.
En cualquier caso hay que recordar que una violación es un delito y no debe quedar impune, por lo que siempre hay que denunciar.
Aunque según, Tina Alarcón, las mujeres están perdiendo el miedo a denunciar, como se observa desde 2009, todavía es un porcentaje muy bajo. La sociedad sigue culpabilizando a la mujer y eso hace que la víctima sea reticente a la denuncia. Por eso hoy, volvemos a recordar que en estos casos, el culpable, siempre es el agresor. Que no se le olvide a nadie.
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