El estudio de los investigadores, reflejado en una publicación científica, aconseja retirar los residuos de la mina y almacenarlos bajo techo para asegurar su estabilidad, así como monitorizarlos y recuperar los suelos contaminados. Estos depósitos mineros se encuentran próximos al cerro de San Pedro, situado entre Guadalix de la Sierra y Colmenar Viejo. En los años 30 se extraía wolframio de esta zona y se exportaba a Alemania para la construcción de armamento pesado. Cuando terminó la guerra se dejó de exportar, la mina se cerró y en su lugar quedaron los residuos ricos en escorodita. La escorodita, un mineral compuesto principalmente por arsénico y hierro en igual proporción, es conocida por su estabilidad y capacidad para almacenar arsénico. Por ambos motivos, la minería metálica lo emplea como forma mineral para el almacenamiento y desecho seguro del arsénico.
Los investigadores han estudiado la dispersión de arsénico determinando su concentración en los suelos colindantes. Para ello han recogido muestras a distintas profundidades y distancias a lo largo de las zonas de escorrentía por las que el agua estacional discurre desde el área donde se almacenan los residuos hasta un arroyo cercano. En las muestras de suelo se ha detectado arsénico en concentraciones altas.
Comentarios