El pasado 12 de agosto, se producía una colisión por alcance entre un camión y una bicicleta con posterior atropello al ciclista que falleció en la carretera M-126 de Buitrago de Lozoya. El conductor del camión se dio a la fuga sin atender a la víctima, un varón de avanzada edad.
Los testimonios de los trabajadores de una obra y los instaladores de la plaza de toros hicieron a los agentes centrarse en la identificación del camión y su conductor. En el vehículo no se apreciaban visualmente signos concluyentes de su participación en los hechos pero un perro especializado en detectar restos biológicos cerro la investigación. El can detecto restos incrustados en distintos puntos de los bajos del vehículo que fueron remitidas para su análisis y cotejo con las del fallecido al laboratorio de criminalística.
El detenido, español de 39 años de edad, e imputado por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de omisión del deber de socorro ha manifestado que “por las grandes dimensiones de su vehículo” ni siquiera se dio cuenta del impacto.
Comentarios
Alfredo Espinosa López dice:
Hay que alabar la partí Izacion ciudadana de los testigos que han facilitado los primeros indicios a las Fuerzas de Seguridad para que hayan localizado el camión y los restos biológicos del fallecido Identífrica dos por el perro adiestrado.
Hay que castigar y criticar duramente la huida y abandono del ciclista atropellado por el camionero.Cada vez es más frecuente este delito de omisión de, deber de socorro después de provocar una víctima en un accidente.Hay que dar la cara y como conductor saber asumir la responsabilidad derivada del manejo de una máquina peligrosa, como es es el volante, y más, si quien conduce es un supuesto profesional de la carretera como este supuesto camionero de los que ,antiguamente se les conocía como los llamados " ángeles de la carretera" por su carácter colaborador y de auxilio a cualquiera que en las rutas interurbanas sufría averías en sus vehículos o lesiones o enfermedades en sus viajeros.
A mi mismo, en el mes de junio de 1983, a las tres de la madrugada, volviendo del Aeropuerto de Barajas para Madrid, comenzó a incendiarse el motor de mi Seat 600, al darme cuenta por el retrovisor me pare en en el arcén de la Autovía y sin tráfico de pro, dadas las horas de las madrugada, solo pararon los dos profesionales, es que pasRon:un conductor de autobús con su vehículo vacío que utilizo su ex y
Tintorería muy grande para apagar el fuego del motor, y un taxista, también de vacío, que no tenía en condiciones su extintor, y utilizo algo de arena del arcén para terminar apagar el fuego del motos.
Gracias a estos dos profesionales solo se me quemaron las piezas de plástico y de goma, como cableados, tapa donde iban los platinos (que ya no recuerdo su nombre) .Pero, el fuego no destruyó el resto de, motor ni llegó al habitáculo de, coche ,gracias a estos dos "voluntarios ángeles verdaderos de ,a carregera"
viernes, 21 de agosto de 2015 a las 09:28