Cuando los dueños de las casas dormían, el detenido saltaba la valla de la finca y accedía a la vivienda fuertemente armado. En ellas robaba joyas y aparatos electrónicos para después huir a pie. Su botín lo vendía en tiendas de segunda mano. Las investigaciones comenzaron en noviembre pasado tras producirse varios robos en La Moraleja con la misma forma de actuar. Tras analizar varias denuncias, los agentes comprobaron que este individuo actuaba siempre con luna llena. Ello hacía que no tuviera que usar una linterna que llamase la atención. Además, tenía sumo cuidado a la hora de hacer ruido para no ser descubierto. El hombre fue finalmente detenido al salir de su casa en el centro de Madrid.
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