Cientos de personas estacionan su coche cada día en la estación de Colmenar Viejo, donde cogen el tren para bajar a Madrid a trabajar. Allí, desde hace algún tiempo, un joven de la localidad aprovechaba para romper los cristales y espejos de numerosos vehículos aparcados. Algo que ya se estaba convirtiendo en un quebradero de cabeza para los usuarios del Cercanías. Y es que los destrozos se calculan en más de 15.000 euros en, al menos, 28 coches. La Guardia Civil acaba de detenerle tras un dispositivo de vigilancia en el que se comprobó que actuaba siempre de la misma forma.
De esta forma, los usuarios del Cercanías en esta localidad pueden ya respirar tranquilos.
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