Dicen que habría pintado este cuadro para “congraciarse” con Fernando VII por su afrancesamiento y como respuesta al cuadro de Antoine Jean Gros, “La rendición de Madrid”.
En la obra aparecen hombres del pueblo, franceses sin rostro y se puede ver una clara iconografía cristiana. Daniel Verdú Schuman, profesor de Historia del Arte de la Universidad Carlos III de Madrid, nos descubre en este espacio, la influencia romántica e incluso expresionista, tanto por la fuerza de la imagen como por la pincelada.
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