El primero de los conductores circulaba con su coche por la A-1 a la altura del kilómetro 19 en sentido Madrid. El vehículo iba de un lado para otro y fue detenido en el kilómetro 17. Dio cuatro veces más de lo permitido en la prueba de alcoholemia.
La segunda intervención se produjo cuando un turismo circulaba en zigzag y se llegó a parar en el carril central de la M-607. Fue detenido a la altura del kilómetro 3 de la carretera M-603 de Alcobendas a Madrid. El conductor se negó a hacerse la prueba de alcoholemia.
A ambos conductores se les ha imputado un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol. Podrían ser condenados a una pena de prisión de tres a seis meses.
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