Se entiende por “marcas blancas” o “genéricas” aquellos productos de compra propios del establecimiento o cadena comercial donde podemos adquirirlos, siendo por ello generalmente más baratos.
En ellos se ha centrado el estudio de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU). Bajo el título de “El etiquetado en los productos alimenticios de marca blanca”, la confederación quería ahondar en el uso de las declaraciones nutricionales que se hace en este tipos de productos que debieran ser “neutros”.
No sólo no lo son, asevera el estudio, sino que en sus envases destacan los supuestos beneficios para la salud de sus componentes sin las suficientes comprobaciones científicas.
Así las cosas, el 80% de los productos de marca blanca presentan irregularidades o no son veraces. La confederación ha estudiado los productos de siete marcas comerciales de primera línea, a los que critica un etiquetado de sus productos muchas veces tan complejo con los de marca y en los que se destaca otro tipo de información menos útil, relegando la información nutricional.
Además, la CEACCU ha observado la utilización de reclamos destacados sobre supuestos beneficios de la salud de los que se hace apología, al igual que lo hacen otros muchos productos de marcha, sin las suficientes comprobaciones científicas.
Es más, dice su estudio que el 30% de los productos analizados ni siquiera podría poner este tipo de declaraciones sobre salud o nutrición, debido al alto contenido de nutrientes como azúcares o grasas saturadas, que son perjudiciales para el consumidor.
En definitiva, mensajes complejos en el envasado, dificultades de lectura sobre la información nutricional y publicidad sobre supuestos beneficios de salud hace que la mayoría de marcas blancas no sean tan blancas como aparentan, dificultando la elección del consumidor a la hora de hacer la compra.
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