El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro ha sido el encargado de explicar ante los medios de comunicación los avances en la reforma de la Administración Local tras el consejo de gobierno, “una de las más ambiciosas que se ha hecho en España”.
Montoro ha defendido que es una reforma que racionaliza el gasto público mediante la redistribución de competencias, evitándose duplicidades entre la administración local y la autonómica y buscando el ahorro de 7.129 millones de euros.
Sólo 12.000 de los casi 70.000 concejales con dedicación exclusiva en todo el país tendrán remuneración, una medida que también afectará a las grandes ciudades. Los alcaldes ven limitadas sus retribuciones; en los grandes municipios podrán llegar hasta el salario de un secretario de Estado. En el otro extremo, los alcaldes de las localidades de menos de 1.000 habitantes no tendrán retribución pública.
El gobierno de Rajoy apuesta por las Diputaciones, que se encargarán de la gestión de la mayoría de los servicios públicos de los municipios de menos de 20.000 habitantes. Se prohibirá la creación de nuevas empresas públicas municipales y las existentes tendrán que disolverse, así como la mayoría de las mancomunidades que tendrán que rendir cuentas regularmente.
La futura ley también establece un límite en el personal eventual; en los pequeños municipios no habrá personal de confianza y en los más grandes no podrán alcanzar el 0.7% de la plantilla.
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