La principal apuesta del Equipo de Gobierno que presido es hacer que Fuenlabrada sea ante todo una ciudad para las personas, a la medida de sus necesidades, inquietudes y expectativas.
Por esa razón, aunque nuestros presupuestos municipales se caracterizan año tras año por la austeridad y el riguroso control del gasto, constituyen siempre nuestra principal prioridad, al margen de nuestras limitaciones competenciales en algunos ámbitos, las políticas de carácter social y, al mismo tiempo, los planes de formación y fomento del empleo.
Si anteponer ambos objetivos es ya una seña de identidad inseparable de nuestro proyecto de gobierno, entendemos que con mayor razón debemos incrementar nuestro esfuerzo y nuestra apuesta en momentos de especiales dificultades para los fuenlabreños y fuenlabreñas.
Como es natural, para llevar a la práctica una política que busca el bienestar de los vecinos y vecinas, no bastan las palabras. Hay que acudir al fondo de la realidad, conocer y abordar los problemas desde su raíz, y poner sobre la mesa las herramientas necesarias para darles solución. Es decir, hay que ampliar los recursos, en definitiva, el presupuesto destinado a cubrir las necesidades sociales en la ciudad.
En este tema, a los ciudadanos y ciudadanas de a pie no les vale que las diferentes Administraciones discutan sobre cuáles son las competencias de cada cual, pero creo que, como Alcalde de un Ayuntamiento que está comprometido con sus problemas y que está redoblando sus esfuerzos económicos y de gestión para atenderlos adecuadamente, es un acto de justicia, en primer lugar con los fuenlabreños y fuenlabreñas que pagan sus impuestos, denunciar una vez más los continuos recortes que el Gobierno de la Comunidad de Madrid está aplicando a todas las políticas que tienen que ver con el bienestar social, el fomento del empleo y las inversiones que esta ciudad necesita.
En concreto, la progresiva disminución de los ingresos provenientes de la Administración Autómica nos ha obligado a incrementar el presupuesto de Bienestar Social en un 150 %, lo que supone un millón de euros más de presupuesto exclusivamente municipal, para, por un lado, compensar los recortes de la Comunidad de Madrid y, por otro, atender una mayor demanda de servicios fundamentales para cubrir las necesidades básicas de las familias. Asimismo, hemos ampliado las ayudas complementarias para libros de texto a la Educación Secundaria y tenemos previsto extenderlas a la Educación Infantil para el próximo curso.
Es una evidencia, pero desgraciadamente hay que seguir recordándolo. Cuando se está viviendo una época de crisis económica, todas las familias la sufren en mayor o menor medida, y , sin duda, quien más la sufre es quien menos tiene. En la manera de actuar en consecuencia es donde se ve la diferencia entre las distintas formas de gobernar.
Manuel Robles, alcalde de Fuenlabrada
Comentarios