Casi hora y media de espectáculo donde la compañía de Fran Vílchez se emplea a fondo por bulerías, fandangos o alegrías. Violonchelo, guitarra y percusión al servicio las cantaoras Mayte Maya y Sandra Carrasco, que ponen voz a los movimientos de los cinco bailaores y al propio Fran Vílchez, que destaca por sus movimientos personales.
El período de espectáculos terminaba el 29 de diciembre, pero ante el éxito de público la compañía se ha visto obligada a prolongarlos hasta el 13 de enero. Las sorpresas van de principio a fin, con un arranque en uno de los laterales del teatro y un epílogo con cante y baile en grupo más propio de las fiestas privadas de los amantes del flamenco.
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