A falta de tres jornadas para llegar al ecuador de la liga, el Balonmano Alcobendas puede considerarse ya uno de los grandes equipos de la élite femenina. Ocupa la cuarta posición, habiendo ganado seis partidos y empatado uno, demostrando sobre la pista una solidez y un nivel de juego extraordinarios. El secreto del éxito lo encontramos en la mezcla de varios factores.
Lo primero que no debe olvidarse es su trayectoria ascendente en los últimos años. Un trabajo que ha dado sus mejores frutos esta temporada. Cierto es que el equipo ha perdido por la crisis económica a las jugadoras extranjeras cuya nómina tenía un coste ya inasumible. Aunque también lo es que el resto de conjuntos de la liga también ha tenido que sufrir severos ajustes en sus plantillas. Ello ha servido en realidad para acortar las diferencias abismales de otras épocas.
Otra de las claves tiene nombre propio: el entrenador Félix García Carracedo. La experiencia de su etapa como segundo técnico, su conocimiento como nadie de la cantera y las posibilidades de cada jugadora, y su apuesta por el trabajo riguroso alejado de los focos han hecho de él una pieza fundamental. Con un gran presupuesto es factible consolidar un equipo en la élite del balonmano. Sin dinero, es algo que muy pocos podrían haber hecho.
Cierto es que la calidad y la ilusión de unas jugadoras aún muy jóvenes también son importantes. Aunque únicamente con eso no basta ni tiene un peso sustancial de por sí. Algo hace que sobre la pista demuestren una madurez inusitada. Y ahí también se está notando la mano de la veterana portera Mihaela Coibanu.
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