En semisifinales, el Sanse se impuso al equipo belga del Atomix por 37 a 13. En la final el rival fue Nantes, equipo organizador y más fuerte del torneo. A falta de pocos minutos, los de la zona norte iban 2 goles abajo, pero el gran trabajo defensivo logró dar la vuelta al marcador. Al final, el Sanse se trajo para casa una gran experiencia que el equipo nunca olvidará.
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