Con el aumento de estas dos razas, el gobierno regional favorece la conservación del patrimonio genético y la biodiversidad madrileña, asegurando que estas razas de gran rusticidad y adaptación al medio ambiente sigan formando parte de las sierras y pie de montes de nuestra Comunidad. Así lo ha señalado este martes el consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, durante el sorteo y la entrega a los ganaderos de ejemplares seleccionados de estas razas autóctonas. Algo que se viene repitiendo anualmente para fomentar el mantenimiento de estas razas autóctonas y mejorar la productividad y competitividad de la cabaña ganadera, cuyos principales solicitantes son ganaderos de la zona norte como Guadalix de la Siera, Buitrago del Lozoya, Colmenar Viejo, El Escorial, El Vellón, Puebla de la Sierra y Guadarrama.
En la Finca La Chimenea se explotan en pureza estas razas. Se crían y seleccionan reproductores para colaborar en la mejora de la cabaña ganadera de la Comunidad. Anualmente se seleccionan reproductores criados en el Centro y se entregan a los ganaderos que lo han solicitado. Este año la demanda ascendía a unos 60 animales, por lo que se han seleccionado para la entrega 24 ovejas cercanas a un año de edad y 5 sementales de Colmenareña, así como 29 primalas y 6 sementales de Rubia de El Molar, por los que los ganaderos han pagado entre 60 y 90 euros más IVA.
Para proteger estas razas en peligro de extinción, La Chimenea mantienen y explota en rigurosa pureza un rebaño de cada raza ovina con 105 cabezas cada uno, compuestos por 102 reproductoras y tres sementales. Después los reproductores seleccionados se ofertan a los ganaderos madrileños, a los que se les recomiendas técnicas sobre la producción y sanidad.
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