A lo largo del fin de semana, el Centro Cultural Blas de Otero ha festejado el reconocimiento adquirido al recibir la denominación de Utilidad Pública. Un galardón tan difícil como deseado, que le ha costado tres años de espera y 31 de trabajo promoviendo la cultura, como asegura su presidente, Luis Pérez Lara.
El descubrimiento de una placa, una gymkhana infantil, la presentación del libro “Solo la luz alumbra” de Manuel López Azorín y una gala musical han sido los actos que han enmarcado esta celebración que les sirve de aliciente para seguir superando retos y organizando cursos, exposiciones, concursos literarios, representaciones teatrales, excursiones, conciertos, entre un largo etcétera de actividades. Un colectivo que ya cuenta con 600 socios y innumerables simpatizantes en la zona norte de Madrid.
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