Miles de madrileños acuden cada fin de semana a numerosas zonas de la región, huyendo del calor y buscando bañarse en alguno de los embalses y ríos que recorren la sierra norte. A pesar de que la Comunidad de Madrid sólo lo permite en una zona limitada del Pantano de San Juan, el baño en El Atazar, el Manzanares, el Lozoya, El Tajo o El Alberche se ha convertido en una costumbre en el verano madrileño.
Algunos regidores de la zona, como el de Manzanares El Real, Oscar Cerezal ya han reclamado en varias ocasiones la necesidad de una regulación de estas playas ilegales. Exigen hacer piña entre administraciones, autoridades y expertos medioambientales para acotar los lugares de baño, que se han convertido en un peligro, y establecer criterios de calidad y seguridad. El suceso de este fin de semana, afirma Cerezal sólo viene a confirmar que la situación es muy peligrosa ante la falta de vigilancia, el difícil acceso de los vehículos de emergencia y la concentración de miles de personas de forma habitual.
El regidor de Manzanares afirma que la policía local tiene las manos atadas por falta de recursos y competencias además ha vuelto ha exigir al gobierno de Esperanza Aguirre medidas urgentes para evitar dramas como el ocurrido este fin de semana.
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