Antes, decir que uno era banquero era motivo de prestigio, pero hoy en día es una profesión que casi se reconoce con la boca pequeña. Lo dice un ciudadano a pie preguntado sobre si nos fiamos de los bancos.
La realidad es que en plena recesión económica no nos fiamos ni un pelo. La pregunta nace del anuncio del ministro de Economía y Hacienda, José Luís de Guindos, sobre que el Gobierno de la Nación permitirá la dación en pago del piso a aquellas familias que se encuentren en el margen de exclusión social y que no cuenten con rentas o patrimonios adicionales.
Esta es una posibilidad hartamente demandada por muchas familias atizadas por el paro que no podían hacer frente a la hipoteca y que, encima, se veían amenazadas con ser desahuciadas.
Dar el piso en pago solucionaría sus deudas con el banco de un plumazo, pero la mayoría de las entidades no facilitan esta posibilidad. Y aunque el Gobierno quiera abrir la puerta a esta solución todo dependería de que los bancos se acojan voluntariamente a un “código de buenas prácticas”.
Así que volvemos al principio y la gente no se fía ni de que los bancos se acojan a estas buenas prácticas, y muchos menos que las cumplan.
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