Desde las 16,30 horas, grandes y pequeños podrán maquillarse “terroríficamente” en el salón de plenos del Ayuntamiento para después desfilar en la procesión de la santa compaña, a partir de las 18,30 horas, desde de la Plaza Mayor. Un séquito fúnebre que recorrerá las calles más recónditas de El Molar con numerosos sustos y sorpresas, donde la diversión está asegurada.
Una noche tenebrosa de tradición milenaria que, además, nos brinda la oportunidad de degustar los típicos dulces que se realizan durante estas fechas en la localidad. Como “los puches” o el chocolate con churros, que se ofrecerá a todo el que vaya vestido adecuadamente para desfilar: totalmente de negro, con la cara pálida y portando la correspondiente luminaria, tal y como ha señalado en SER Madrid Norte José Ignacio López, responsable de Cultura.
Se trata de una fiesta en la que cada año participan más de dos mil almas que cuenta con la colaboración de bodegueros y establecimientos del municipio, ya que ellos se han encargado de decorar las calles, locales y el cerro de la Torreta.
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