Inaugurado por Isabel II en 1866, el Reloj de la Puerta del Sol de Madrid fue construido por el relojero leonés José Rodríguez Losada. De hecho, los maestros de la Casa Losada son los encargados de que todo funcione a la perfección, tanto en nochevieja como el resto del año, así que una vez a la semana acuden a la Real Casa de Correos, sede del gobierno regional, y engrasan el reloj, repasan las transmisiones y suben las pesas para evitar que se detenga. El 31 de diciembre es un equipo de tres o cuatro expertos el que supervisa el mecanismo de las horas, minutos y segundos para que no falle nada. Y es que cada Nochevieja millones de personas están pendientes de las campanadas inconfundibles frente al televisor o en la misma Puerta del Sol. El objetivo: saludar el año nuevo y compartir los mejores deseos ante un 2013 que ya asoma con ilusiones, algún desencanto e incertidumbres. De momento, el Reloj de la Puerta del Sol de Madrid ya está listo para la Nochevieja.
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