Ignorancia teledirigida. Eso es lo que debe de pensar el sonriente periodista del mundo, que aparece en la televisión, con pose de creerse ganador por lo menos, del “Ortega y Gasset”. Y no debe ser para menos en estos días de vino y rosas, donde seguro que compañeros y su jefe, le están felicitando por su profesionalidad, su innato sentido de la investigación y su arrojo para enfrentarse una nueva querella, como la que se enfrentó, el pasado diciembre del 2012...Leer más.
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