El que fuera un temible atracador ha mostrado su cara más blanda en el juicio. Primero ha fingido un desmayo, pero la juez no le ha creído. Incluso ha hecho que le tomaran la tensión para poder empezar. El acusado era sujetado por dos agentes de seguridad mientras fingía estar enfermo. La sesión ha comenzado, una vez ha quedado claro que Giménez Arbe estaba en perfecto estado. Primero ha declarado el director de la sucursal del Banco Popular en La Moraleja. Éste ha contado cómo reconoció a El Solitario y cómo sin apenas tiempo de reacción perpetró el atraco. También han declarado varios testigos y otra empleada de la sucursal. Jiménez Arbe, preso en Portugal, tiene 30 causas pendientes y ya ha sido juzgado en España en dos ocasiones.
El fiscal solicita 11 años de cárcel por los presuntos delitos de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso, tenencia ilícita de armas y falsedad documental. Según su relato, Giménez Arbe accedió al interior de la sucursal el 10 de mayo de 2006, donde, tras exhibir un arma de fuego, exigió a voces a los clientes y empleados de la sucursal que se fueran al suelo. De este atraco logró hacerse con 21.000 euros.
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