El urbanismo en la Comunidad de Madrid sigue suponiendo un quebradero de cabeza y los responsables de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio aseguran desconocer cuántos municipios revisan actualmente sus planes generales. Asimismo, tampoco han recabado los datos de las viviendas ilegales en la Sierra ni de las urbanizaciones clandestinas que pululan por todo el territorio. Según el gobierno regional, las competencias urbanísticas dependen de los Consistorios, mientras que la organización Ecologistas en Acción señala que todas las administraciones “miran para otro lado”. Municipios como Gargantilla de Lozoya, Colmenar Viejo, Chinchón, Perales de Tajuña o El Molar cuentan con pisos irregulares levantados en zonas protegidas.
Se trata de una realidad, como indica una información reciente del diario El País, que se origina con una legislación más laxa y que evidencia la desidia de algunos Consistorios para evitar intervenir y tener que prestar los servicios de recogida de basuras o saneamientos. Una situación que empieza a reflejarse en los nuevos planes urbanísticos en la región.
Comentarios