El violador del búho acepta una condena de 250 años; cumplirá 30 de prisión como máximo
El conocido como violador del búho, Isaac P.C, ha aceptado la condena solicitada por el fiscal de más de 250 años de prisión por 19 agresiones sexuales, varios delitos de robo con intimidación y lesiones. Las asociaciones de víctimas reclaman que se aplique la “doctrina Parot” para que el condenado cumpla la pena máxima completa que establece el código penal actual, 30 años de prisión.
- Actualidad - Alcobendas - Madrid Norte
- 21/10/2009 a las 10:08
- » El presunto asesino fue absuelto por malos tratos
- » Los alcaldes del norte de Madrid debaten ante el 20D
- » 60.000 euros para Seguridad Vial
- Fotos
- foto 1 de 1
El violador del búho acepta una condena de 250 años; cumplirá 20 años como máximo
El fiscal y la defensa del acusado han llegado a un acuerdo para evitar que las víctimas tengan que testificar y recordar su experiencia traumática. De esta forma, Isaac P.C ha aceptado una condena de no más de 30 años de prisión y se ha declarado culpable de los delitos que se le imputan, cometidos entre 2001 y 2008 en la capital, Alcobendas, Coslada y San Fernando de Henares.
El acuerdo recoge las penas de trece años y medio para las violaciones en los que utilizó arma y diez años para las agresiones en las que no utilizó el cuchillo para vejar a sus víctimas. La abogada de la acción popular, Carmen Carcelen ha insistido en que se aplique la “doctrina Parot”, que los beneficios penitenciarios o redenciones de pena se resten a la suma total de la condena, es decir a los 250 años y no a los 30 años de cárcel.
En los pasillos de la Audiencia Provincial de Madrid se han concentrado algunas de las víctimas y sus familias para pedir justicia y reclamar la pena integra. La presidenta de la Asociación de Asistencia de Mujeres Violadas, Tina Alarcón destacó el comportamiento agresivo y sadomasoquista del acusado.
En el año 2001 se producía la primera violación en Arturo Soria desde entonces y durante 7 años este encofrador de Vallecas buscaba a sus víctimas en la zona norte y este de Madrid, concretamente en localidades como Alcobendas, Coslada o San Fernando de Henares.
Tras abordar a sus víctimas, les ponía una navaja en un costado, les prohibía mirarle a la cara y las llevaba hasta un descampado donde las violaba y vejaba.
Comentarios
