Las primeras excavaciones en el yacimiento de Navalahija datan del año 2008. Desde entonces se han llevado a cabo trabajos durante cada verano, en los que han participado expertos junto a numerosos voluntarios. Una labor de un valor enorme ya que ha hecho posible conocer poco a poco este establecimiento rural que data de los siglos VI y VII y en el que se asentó una población que vivió de la ganadería y la minería en es a época. Tres edificios con un patrimonio arqueológico único de piezas como vasijas o material pétreo que dejar ver cómo era la vida de sus habitantes en aquel tiempo. Una joya histórica para entender la vida en el entorno rural madrileño.
Este verano han participado en las excavaciones 30 voluntarios de entre 16 y 67 años, desde universitarios de diferentes disciplinas hasta parados, jubilados, aficionados a la arqueología o trabajadores en activo. Aficionados a la arqueología que por unas semanas han vuelto a sacar el Indiana Jones que todos llevamos dentro y cuyo trabajo debemos agradecer todos los madrileños.
La zona está dentro del plan regional de yacimientos visitables.
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